MUJER Y NUEVOS MUNDOS: VII.- "La pareja en los nuevos tiempos"

Este texto es parte de la Charla: "MUJER Y NUEVOS MUNDOS: DESAFÍOS EN LA ACTUALIDAD"
VII.- Siguiendo en la línea planteada acerca de los distintos cauces que corren, en forma simultánea, en una MUJER y que no siempre se ponen de acuerdo, hay que pensar cómo ha afectado el personaje de la PRINCESA que espera al PRÍNCIPE AZUL, que ha estado presente hace siglos en el registro de cada una y que por más discursos feministas, de autosuficiencia y de "guerrera", no es fácil de extinguir. Por supuesto que estos tiempos que corren le han dado otros matices, pero aún así, es habitual escuchar mujeres ejecutivas, profesionales, inteligentes, extrovertidas, llorando, sufriendo, reclamando e incluso mendigando amor.

Antiguamente, las mujeres se quedaban esperando en casa a que llegara un hombre a pedir su mano, existía una ansiedad por casarse, porque sino significaba quedarse vistiendo santos o solterona. Cuando ya se daba el paso se hacía para toda la vida, aunque hubieran malos tratos y sufrimiento de por medio.

Ahora ya no es así. La relación hombre-mujer es más horizontal, muchas veces la mujer toma la iniciativa, se da la posibilidad de convivir antes del matrimonio e incluso los divorcios son cada vez más frecuentes.


Entonces, si bien aún existe ansiedad por tener una pareja, presión social por formar familia y el mito del príncipe azul, pareciera que algo nuevo que se instala, es la necesidad de estar con alguien para compartir la vida de a dos. Es decir, actualmente la relación de pareja estaría teñida fuertemente por la búsqueda de amor, de pasión, más allá o además de lo mencionado.
 
¿Qué implicancia tendría el amor y la pasión en todo esto?  
      
En estos tiempos, la vida compartida implicaría también, un crecimiento que involucra al cuerpo, a la mente y al espíritu. Al cuerpo, en tanto se busca una conexión con la intimidad, la afectividad, la sensualidad y la maternidad. La mente, para tener e imaginar proyectos en común: formar un hogar, viajar, preocuparse por el otro y preocuparle al otro, inventar entre dos el nombre de los hijos. Al espíritu, para sentir la tranquilidad que puede dar compartir un espacio en que se muestren las distintas facetas de una persona: ser niñas, madres, feas, bonitas, rabiosas, tiernas e incluso encontrarse con lugares desconocidos de una misma. 

Todo esto es algo más bien teórico y no necesariamente lo que toda mujer busca ni lo que toda persona logra, tampoco lo que siempre resulta. Sin embargo, lo que se quiere transmitir es que la intimidad, el lograr establecer una relación afectiva con otro, produce una intensidad que si es bien llevada podría resultar enriquecedora. En los tiempos actuales NO se está buscando marido solo por un mandato social, una costumbre, un deber ser. 


El desarrollo que ha tenido la mujer en todas las facetas antes mencionadas, otorga el derecho de construir una relación fundada en el respeto, el afecto y el reconocimiento, donde pareja significa que dos seres van a la par, que se potencian y acompañan en su desarrollo, donde la postergación y el sacrificio es una opción, no un rol u obligación. Para ser Novios hay que Amarse, sino, no vale!…

¿Qué pasa entonces, que esto NO siempre resulta?




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